15 de diciembre de 2015

El amante del tic tac


Un muro de silencio, dos desconocidos que una vez fueron amantes, el eco de los corazones hechos trizas, y a lo lejos, un reloj de arena, goteando poco a poco el tiempo, tiempo convertido en una arena rosácea y ondeante cual vaivén de las olas.

Se gira y me pregunta: - Pero... ¿tú me quieres?.

Le miro fijamente con los ojos vidriosos, sosteniendo entre mis manos la poca dignidad que me queda.
- No me preguntes si te quiero, sino porqué ya no te sigo queriendo.- Palabras que me invaden la boca, pero son incapaces de pronunciarse.

Apenas sesenta segundos interminables de silencio, que se rompen con el sonido de sus pasos, lleva su maleta consigo. Le observo alejarse hasta que su silueta se funde con la oscuridad del pasillo. Cierra la puerta con intención de regresar algún día, y baja las escaleras.
Cierro los ojos y me concentro en sus pasos, ya había vivido este momento antes, pues lo había visualizado millones de veces en mi mente, con la diferencia de que la de verdad, me punzaba el alma.

Se llevó todo, menos el tiempo, y me dejó ese desgastado reloj de arena, que no parece llegar nunca a su fin.
El volverá, lo sé, cuando el último grano de arena rosa caiga sobre este océano de tiempo, y  lo detenga.

Mientras tanto, yo lo recuerdo en cada tic tac.


"Esa manía tuya de salir corriendo,
esa costumbre mía de esperarte,
ese defecto nuestro de dejarnos huella".

3 de enero de 2015

El adiós más doloroso

Por si mi mente me traiciona y no me fluyen la palabras, o por si me quedo en blanco y no digo todo lo que necesito decirte, te escribo esta carta, de despedida.

Voy a tragar mi orgullo y decirte que eres la única persona a la que he amado y te estoy diciendo adiós. Creía que sería fácil, pero es lo más doloroso que he hecho hasta ahora, y mis lágrimas me lo ponen incluso más difícil.

Quiero que sepas que nunca te consideré inferior, ni te desprecié, y sí así lo sentiste/interpretaste  alguna vez, te pido perdón, es por eso que las cosas deben hablarse y solucionarse, uno no debe cegarse en que lleva la razón, porque ninguno de los dos tenemos la verdad absoluta.
Siempre te he dicho que tienes un problema con el alcohol, y nunca has querido escucharme ni reconocerlo, pero no sabes beber, ni poner límites, y eso te hace perder el control.
La otra noche, no eras tú, y soy consciente, pues no te reconocí, tan solo al monstruo que el alcohol te hace ser, y sentí miedo, un miedo que me heló la sangre. No justifico tu comportamiento, porque no actuaste bien, y si no eres capaz de razonar o comprenderlo, no puedo hacer más por nosotros.
Querer de la forma en que lo hacías ese día no es sano; me acosaste, me amenazaste, me gritaste, me insultaste, me maltrataste, no física, pero si verbalmente, y yo lo único que hice fue pedirte que te marcharas porque me incomodabas estando así, y que hablaríamos cuando estuvieras calmado, y pudieras entender la situación desde mi punto de vista.
¿Acaso cometí un delito al decirte estas palabras? Porque me has sentenciado a una pena de orgullo y rencor que no merezco.

Todos llevamos dos lobos en nuestro interior, uno, es: la ira, el orgullo, maldad, rencor, inferioridad, mentiras; mientras que el otro, es: amor, esperanza, humildad, verdad, empatía. Aquel que alimentes, será el que predomine dentro de ti.

Me dijiste que no estabas dispuesto a llorar por una mujer, tampoco yo quiero tus lagrimas, pero sí que tu orgullo te deje ver más allá, porque luchar por lo que uno quiere es de valientes, no de arrastrados cómo tu bien crees.
Y no, tú no luchaste por mi ese día, me impusiste una amenaza que debía cumplir o atenerme a las consecuencias... Esa es la clase de amor que me tienes? porque yo no soy la esclava de nadie para cumplir órdenes.

Pero estate tranquilo, que de los dos, eres el que lo tiene todo, y no te será difícil empezar de nuevo, Yo en cambio todo lo que tenía te lo di: mi confianza, mi amor, mi apoyo, mi familia, etc, pero no has sabido valorarlo, porque en estos 8 años, son 2 veces contadas, las que he pasado con parte de tu familia.  ¿Podrías tú contar las de veces que has estado con la mía? seguro que han sido más de 2....

No te guardo rencor, te perdono, y deseo de corazón que encuentres el amor que te mereces, ya que  según tú, no he sabido valorarte, ni quererte... a mí se me hace que ha sido más al revés, pues yo te he amado sin medida y sin importarme nada más que tú. Nunca me ha importado lo material, porque aún cuando no tenías nada, para mí lo tenías todo. Sin embargo, ahora que presumes de tenerlo todo, careces de lo principal: humildad.

Me quedo con lo positivo de nuestra relación, los buenos momentos que hemos vivido juntos y lo que hemos aprendido el uno del otro, y sé que va a ser muy duro continuar sin ti, pero también, nos hemos hecho mucho daño y dicho cosas que no se pueden borrar. Dónde hay amor no puede haber orgullo, ni sufrimiento, porque entonces no es un amor sano, es tóxico.

Te amé, te amo y te amaré porque has sido parte de mi vida, una parte que siempre voy a llevar guardada en mi corazón. Y espero que con el tiempo, no me guardes rencor.




"Te digo adiós para toda la vida, aunque toda la vida siga pensando en ti."




16 de septiembre de 2014

Los hombres son de Marte, las mujeres de Venus.

Hace tiempo que me leí este libro (el cual recomiendo),
y a día de hoy son muchas las dudas que sigo teniendo en cuanto al género masculino se refiere.

¿Cómo es posible ser ta diferentes? y ya no se trata de si a las mujeres no hay quien nos entienda, o de si los hombres son unos simples.... Es cuestión de amor, de como un mismo ser, engendrado a partir de la misma perfección, a imagen y semejanza de rasgos y características, fluctua en comportamiento...

¿Qué es lo que ha fallado? somos polos opuestos, ellos: fríos, inexpresivos, orgullosos, solitarios... ; y nosotras: temperamentales, oscilantes, sentimentales, empáticas...

Está claro, que nuestra diferencia siempre radicará en lo que consideramos primordial y prioridad en nuestras vidas. Para ellos, su prioridad siempre serán ellos mismos (son egoístas), y para nosotras, nuestra prioridad siempre será el conjunto, es decir, tanto la pareja, como nosotras mismas, la igualdad de la unión que significa nuestro compromiso con el amor (somos unas ignorantes).

Y a partir de aquí, es dónde surgen todos los problemas.... porque en una relación, el tú, el yo y el nosotros son multitud, cuando lo ideal sería tener una relación sólo con el nosotros.


9 de junio de 2014

El despertar

No hace mucho, yo era feliz. Vivía pensando que lo que tengo es lo que quiero, y me lo llegué a creer. Me conformé con la idealización de un sueño, que se había convertido en una mentira.
Los días se sucedían tras un bucle de rutina absorbente, sin un ápice de color, sin una chispa de vida...
Y de pronto apareció, esa nota de color, ese detonante que te hace despertar del letargo, esa vibración que te hace sentir viva, diferente, especial; y las dudas, empezaron a rebosar en un corazón oxidado.
El destino tiene una forma curiosa de manifestarse, pero siempre manda señales para advertirte, está continuamente mostrándonos el camino adecuado.

Cuando dos almas afines se encuentran en el momento adecuado, pero en las circunstancias incorrectas... ¿Qué decisioón debe tomar un corazón, que ya tiene dueño?

15 de octubre de 2013

Dos desconocidos y una canción salvaje

Y allí estaba yo, corriendo bajo la primera lluvia otoñal. Una noche desierta, fría y oscura, sin lugar donde cobijarme, sin cobertura en mi móvil, esperando a que pasara un taxi, un coche o alguien… Pero nada, mi desesperación crecía a la par que mi miedo, y yo sólo podía culparme por haber acabado allí.

Calada y temerosa, me cobijo en la única parada de autobús de aquella fantasmal calle, y cuando ya me estaba dando por perdida, a lo lejos vislumbro los faros de un coche, que me acechan poco a poco.
Un chevrolet clásico, color negro se detiene ante mí, la puerta del copiloto se abre casi sin que me dé cuenta a reaccionar, y entonces oigo su voz por primera vez.
-“¡Sube!”.

Y sin pestañear, me monto en el coche, impulsada por: la vehemencia de su masculina e imperativa voz; mis instintos más primitivos y carnales, y porque es el primer coche que pasa en 15  minutos.
Apenas puedo articular palabra, tampoco me atrevo a mirarle,  empapada y temblando (no sé si de frío o miedo), con el corazón latiendo intensamente, me abrazo a mí misma, y en medio de esa incertidumbre, mis labios musitan: -“Gracias”.
Él gira su cabeza hacía mí, y me lanza una seductora sonrisa, y a partir de ese momento, pierdo las riendas de mi vida, soy una yegua salvaje y desbocada que ansía ser dominada por él.




Estoy frente a su ventana, arropada con una toalla, mirando las espectaculares vistas, y disfrutando del sonido de la lluvia. Me siento como si estuviera lejos de esta ciudad. Cierro mis ojos, y por un momento me evado del mundo.
El tintineo de los hielos, mezclándose con la bebida, me devuelve a la realidad.
Me giro para observarle. Se ha quitado la cazadora de cuero negro, y lleva una camiseta de manga corta blanca que perfila toda su perfección. Tiene un aire rebelde entre James Dean y Paul Wesley, con su pelo espeso y alborotado, formando un ligero tupé.

Camina hacia mí, y es tan sexy… Mis ojos arden de deseo. Me ofrece un vaso. Lo cojo sin vacilar, y me lo bebo de un trago. Él se ríe cuando pongo cara de desagrado. ¡Odio el whisky!
Me toma de la mano, y me lleva frente a la chimenea. No me dice nada, pero sus ojos verdes me hablan, ávidos de mí. Me mira fijamente, y ensaliva, soy su presa.
Sus manos se funden en mi cuerpo, yo me pierdo en su fogosa y misteriosa mirada. Me abandono a su voluntad, y me dejo seducir por un extraño, del cual, lo único que conozco es su perfume: Jean Paul Gaultier.

Sus tórridas caricias desgarran mi piel y sus besos me susurran con lascivia. Le deseo, y él a mí, y ansío tenerle entre mis piernas. Me entrego a él en una renuncia de no poseer mi cuerpo, pues suyo es; y el me embiste con esa pasión desaforada, de una forma tan salvaje… ¡Que agonizo en éxtasis!
A través de mi entrecortada y exhausta respiración, mis gemidos van liberando a la fiera que hay oculta en mí. He despertado esta noche de mi letargo, y no voy a ser una presa más que se deje vencer. Somos dos animales luchando por alzarse con  la dominación, y nos enzarzamos cuerpo a cuerpo, en esta batalla carnal.
Mordiscos, arañazos, lametones… que se van avivando en cada encuentro. Alimentando nuestra pasión voraz.




El sonido de un mensaje en mi móvil me despierta, por un momento me siento confusa, me incorporo en la cama y observo a mi alrededor. –No ha sido un sueño- suspiro aliviada, y me visto. Él duerme profundamente, y yo no me canso de mirarlo, embelesada por su belleza. Saco del bolso mi carmín rojo, y le escribo mi número en su prominente oblicuo. Le doy un último beso y desaparezco sigilosa entre la luz del alba.

Ya en el rellano, miro mi teléfono,  (y la culpabilidad me recorre una por una las cicatrices de mi ferviente encuentro) 10 llamadas perdidas y 5 mensajes de Marcos… mi preocupado prometido. 



8 de agosto de 2013

Crepúsculo

Es como un final, antes de un nuevo comienzo; los minutos más oscuros del alba antes del amanecer; la tempestad que precede a la calma; el dolor que anuncia el olvido....

Y aquí estoy otra vez, de pie, frente a este abismo que se postra a mis pies y suplica por mi vida.
Permanezco inmóvil, cubriéndome el cuerpo con un manto de decepción, mientras el viento me desolla la piel hecha jirones y se lleva las cenizas de este corazón quebrado, y  reducido a partículas insignificantes de agonía y tormento.

Y a lo lejos oigo el eco de mi desconsolado llanto, que se trenza con mi quebradiza voz y mis lamentos. Tu presencia me sigue acechando, como el cazador a su presa, me siento indefensa ante este dolor, mis fuerzas se pierden en el horizonte de este cielo rojo, mi entrecortada respiración se va desvaneciendo en cada suspiro y mi cuerpo exhausto, se precipita al vacío.

No siento nada mientras me arrojo a mi fin, solo un frío húmedo, y una tristeza que me embriaga y me embauca en esta vertiginosa muerte.

Y de pronto, despierto, envuelta en lágrimas y sudor, y tú a mi lado, sigues susúrrandome mentiras, y tus besos me saben amargos.
Miro a unos ojos cerrados, y me dirijo a la ventana, el viento ulula a lo lejos una triste melodía....
Te he dejado todo, y toda mi vida.

Es como un final, antes de un nuevo comienzo; los minutos más oscuros del alba antes del amanecer; la tempestad que precede a la calma; el dolor que anuncia el olvido.... Es el crepúsculo de un desamor.


"No presumas de haber sido el primero en mi corazón, si no fuiste suficiente inteligente para ser el último."



10 de julio de 2013

Te Amo

Te amo

te amo de una manera inexplicable, 

de una forma inconfesable, 

de un modo contradictorio. 


Te amo 

con mis estados de ánimo que son muchos, 

y cambian de humor continuamente. 

por lo que ya sabes, 

el tiempo, la vida, la muerte. 


Te amo... 

con el mundo que no entiendo, 

con la gente que no comprende, 

con la ambivalencia de mi alma, 

con la incoherencia de mis actos, 

con la fatalidad del destino, 

con la conspiración del deseo, 

con la ambigüedad de los hechos. 


Aún cuando te digo que no te amo, te amo, 

hasta cuando te engaño, no te engaño, 

en el fondo, llevo a cabo un plan, 

para amarte mejor.


Te amo... 

sin reflexionar, inconscientemente, 

irresponsablemente, espontáneamente, 

involuntariamente, por instinto, 

por impulso, irracionalmente. 



En efecto no tengo argumentos lógicos, 

ni siquiera improvisados 

para fundamentar este amor que siento por ti, 

que surgió misteriosamente de la nada, 

que no ha resuelto mágicamente nada, 

y que milagrosamente, de a poco, con poco y nada 

ha mejorado lo peor de mí. 


Te amo, 

te amo con un cuerpo que no piensa, 

con un corazón que no razona, 

con una cabeza que no coordina. 


Te amo 

incomprensiblemente, 

sin preguntarme por qué te amo, 

sin importarme por qué te amo, 

sin cuestionarme por qué te amo. 


Te amo 

sencillamente porque te amo, 

yo mismo no sé por qué te amo.


Pablo Neruda