Indecisión

Hace algunos años, deseaba de una forma sobrenatural una tableta de chocolate, pero no era una tableta de chocolate cualquiera....toda ella era magnética! su dulce olor perduraba en el ambiente haciendo que perdieras la noción del tiempo; la única cosa que podías hacer era imaginar la sensación que tendría tu paladar cuando el chocolate y el caramelo se fusionaran con tu lengua y desgustaras tal perfección de sabor recorriendo todo tu cuerpo, haciéndote estremecer de placer.

El problema estaba en su posesión, era una tableta única en el mercado y ya tenía dueña.

Y a pesar de que se esforzaban en sacar tabletas similares, ninguna se podía comparar a ella.

Tras fracasados intentos de poder conseguir a la tableta de chocolate de mis sueños, me di por vencida, y no tuve más remedio que sustituir ese anhelo con otro manjar: galletas de chocolate.

Al principio era reacia a comerlas, pero con el paso del tiempo la imagen de la tableta de chocolate desapareció y las galletas empezarón a tener un sabor exquisito, hasta que mi ferviente deseo se desvaneció y comer galletas se volvió un habito para mí, del que me costaba desprenderme.

Hasta que cierto día por casualidad, me encontré a la tableta de chocolate, intacta, aún con su envoltorio y desprendiendo el mismo olor cautivador....su dueña la había perdido.

Ahora tenía la posibilidad de poder comérmela, pero debía deshacerme de las galletas.

Estaba ante un dilema, ¿debía abandonar el entrañable sabor de mis galletas por la tableta que me hacía perder el sentido? ó ¿podía comer de las dos a la vez?. En ese caso me arriesgaba a una posible indigestión, pero quizá debía correr ese riesgo....

A día de hoy, me encuentro sujetando con una mano la tableta de chocolate aún sin abrir, y con la otra, las galletas de chocolate; soy incapaz de desprenderme de cualquiera de los dos manjares, las dudas y el miedo.....me están matando de hambre.

"Algunas veces hay que decidirse entre una cosa a la que se está acostumbrado y otra que nos gustaría conocer".